lunes, 7 de septiembre de 2009

EL ARTE COMO IMITACIÓN, DE ARISTÓTELES.

EL ARTE COMO IMITACIÓN, DE ARISTÓTELES.
Por José Luis Domínguez.

Lo que en Platón es hechizo de los dioses, locura divina, furor celeste, en Aristóteles es imitación. Según el Diccionario de Nicola Abbagnano, cuando plantea el término de Estética, Aristóteles considera que lo bello consiste en el orden, en la simetría y en una magnitud que se preste a ser fácilmente abrazada en conjunto por la vista, en tanto hace suya la teoría del arte como imitación, si bien la sustrae mediante la noción de la catarsis, a esa especie de confinamiento a la esfera sensible a la que Platón la había condenado[1]. Reproducir, entonces, imitativamente, cada uno de los objetos, eso es arte. Aristóteles le llama también a la imitación, representación, semejanza. Desde la infancia, dice Aristóteles, el ser humano reproduce imitativamente al mundo, y es esto, precisamente, lo que lo diferencia de los animales; por tanto, siéndole natural el hecho de imitar la armonía y el ritmo, da a luz, en improvisaciones, la Poesía.[2]
Los conceptos diversos del arte que se han abordado a través de los siglos, desde los griegos hasta nuestros días, toman sus postulados estéticos si no de Platón, de la poética de Aristóteles.
En poesía, por ejemplo, la dicotomía que surge de la polémica ante la interrogante sobre si el poeta nace o se hace, es decir, es inspirado o se hace en base al artificio, al conocimiento de la técnica del arte de la poesía, no recae más que en ambas posturas: El ideal romántico de Platón o la praxis gélida, cerebral de Aristóteles. Incluso, los postulados modernos tanto de uno como del otro han sido reconciliados para compartir en un gozoso acto de maridaje los créditos de los que escriben en verso, es decir, de los llamados poetas.
Aristóteles, a diferencia de Platón, sustrae la esfera de la ciencia del ámbito del arte, porque dicha esfera no puede ser diferente de lo que es. Lo que se queda en el exilio, entre los límites de lo que no es ciencia, o sea, lo que es arte, se divide, a su vez, en aquello que pertenece a la acción, y lo que pertenece a la producción. Siendo esta última a la cual se ligan la arquitectura, la retórica y la poética, mientras que a la primera de ambas le son propias las matemáticas, la física, las artes manuales o mecánicas como la medicina[3].
Aristóteles establece la diferencia entre Homero y Empédocles, llamando al primero poeta, y al segundo, fisiólogo, aunque ambos fueron escritores de su obra en el llamado verso métrico.
Lo que separa a la tragedia de la comedia, según Aristóteles, es que la primera se produce, por imitación, a hombres peores que los normales, mientras que la segunda a los mejores.


[1] Diccionario de Filosofía de Nicola Abbagnano, Fondo de Cultura Económica, 6ª Reimpresión, 1987, México D.F., p. 452.
[2] Antología de textos de estética y teoría del arte, de Adolfo Sánchez Vázquez, UNAM, México, 1982, p.63.
[3] Diccionario de Filosofía de Nicola Abbagnano, Fondo de Cultura Económica, 6ª Reimpresión, 1987, México D.F., pp. 100-102.

No hay comentarios:

Publicar un comentario