GRECIA.
El retrato que se ha hecho del ciego de Quíos, Homero, no corresponde a una imagen real, de ahí la fuerza de su leyenda. Su historia se emparenta con la de Orfeo porque ambos componen poesía ritual para las multitudes. Todo el arte antiguo de la tradición oral y escrita está condicionado por este intenso deseo de gloria, de alcanzar renombre entre los contemporáneos y con miras hacia la posteridad. Surgen así las narraciones de batallas victoriosas, nace la épica, híbrido de lo histórico y lo legendario, de lo mítico, surgen héroes como Héctor, como Aquiles, se otorgan fuertes rasgos de romance, con Helena de por medio, que se mezclan con los elementos dramáticos.
A la edad mítica de Homero, le sigue el tiempo heroico, la Antìgona, de Sófocles, por ejemplo, gira todavía en torno a la lealtad, tema eje de la Ilíada. En la edad heroica, la poesía tiene por destino no el de excitar a la lucha, sino el de entretener a los héroes después de un arduo día de batalla; aclamarlo, ensalzarlos, pregonar su grandeza, inmortalizar su linaje.
El gusto de la nobleza y del principado por la poesía, eleva a los bardos al rango superior, más allá de los artesanos. Dedicado a un héroe y cantado por una sola voz, el canto heroico está a cargo de profesionales a quienes se les han plantado las canciones en el alma por los dioses. La epopeya es el resultado de una tradición común y de una escuela poética hecha de manera grupal y con elementos comunes.
Los bardos cantaban sus historias en los salones de la realeza griega, ante un público real, noble, culto. Los rapsodas, mucho más prácticos, eran capaces de escribir con suma destreza y, a diferencia del bardo creador, su labor consistía más en preservar, conservar, más que en incrementar los poemas recibidos por la tradición. La Odisea, marca un cambio social y un nuevo rumbo lectural, dirigido a lectores aristócratas. La Odisea se enfoca a una ciudadanía ya menos belicosa.
Hesíodo, como heredero directo de la Odisea, se convierte, con su obra, en la primera expresión social de un claro antagonismo de clases. Es la primera vez que en la literatura suena la voz popular, la voz del trabajador a favor de la justicia social y en contra de la arbitrariedad y la violencia. Los griegos y los romanos, al entrar al mundo donde las armas no eran ensalzadas, donde la guerra pasaba a un segundo término, era cierto, entraban ya a la plena decadencia.
El retrato que se ha hecho del ciego de Quíos, Homero, no corresponde a una imagen real, de ahí la fuerza de su leyenda. Su historia se emparenta con la de Orfeo porque ambos componen poesía ritual para las multitudes. Todo el arte antiguo de la tradición oral y escrita está condicionado por este intenso deseo de gloria, de alcanzar renombre entre los contemporáneos y con miras hacia la posteridad. Surgen así las narraciones de batallas victoriosas, nace la épica, híbrido de lo histórico y lo legendario, de lo mítico, surgen héroes como Héctor, como Aquiles, se otorgan fuertes rasgos de romance, con Helena de por medio, que se mezclan con los elementos dramáticos.
A la edad mítica de Homero, le sigue el tiempo heroico, la Antìgona, de Sófocles, por ejemplo, gira todavía en torno a la lealtad, tema eje de la Ilíada. En la edad heroica, la poesía tiene por destino no el de excitar a la lucha, sino el de entretener a los héroes después de un arduo día de batalla; aclamarlo, ensalzarlos, pregonar su grandeza, inmortalizar su linaje.
El gusto de la nobleza y del principado por la poesía, eleva a los bardos al rango superior, más allá de los artesanos. Dedicado a un héroe y cantado por una sola voz, el canto heroico está a cargo de profesionales a quienes se les han plantado las canciones en el alma por los dioses. La epopeya es el resultado de una tradición común y de una escuela poética hecha de manera grupal y con elementos comunes.
Los bardos cantaban sus historias en los salones de la realeza griega, ante un público real, noble, culto. Los rapsodas, mucho más prácticos, eran capaces de escribir con suma destreza y, a diferencia del bardo creador, su labor consistía más en preservar, conservar, más que en incrementar los poemas recibidos por la tradición. La Odisea, marca un cambio social y un nuevo rumbo lectural, dirigido a lectores aristócratas. La Odisea se enfoca a una ciudadanía ya menos belicosa.
Hesíodo, como heredero directo de la Odisea, se convierte, con su obra, en la primera expresión social de un claro antagonismo de clases. Es la primera vez que en la literatura suena la voz popular, la voz del trabajador a favor de la justicia social y en contra de la arbitrariedad y la violencia. Los griegos y los romanos, al entrar al mundo donde las armas no eran ensalzadas, donde la guerra pasaba a un segundo término, era cierto, entraban ya a la plena decadencia.
Hola compañero..
ResponderEliminarme parece perfecto q escriba sobre
lo q estamos viendo en arte, porque
muchas veces le entendemos más a usted q al
profesor, aparte q tiene conocimiento de todo, mis respetos para ud., un placer tenerlo como compañero de clase y amigo.
hola espero y este muy bien y comparto mi comentario con mi companera usted sabe mucho de todo y es bueno que escbriba sobre esto por que ya leyendolo le entendi un poco mas
ResponderEliminarse le agradece...
:) saludos...
siempre sera un tema controbercial el de la epopeya ya que era un tipo de poesía maravillosa y porsupuesto el arte era capas de conocer y mantener la pas en algunsa épocas gracias por hacer una conclusión sobre este tema ya que es un poco confuso.
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